1 de agosto de 2025

Martín 11

La venida de agosto trae siempre de la mano el recuerdo de lo inoportuno del movimiento. Es esa sensación rara de disfrutarte cada día sin querer que cada día pase. Es la duda entre la pausa y el play, entre la foto y el vídeo. Quiero que el tiempo se detenga aquí, ahora, contigo (si puede ser en tu abrazo, mejor) y también quiero vivir a tu lado recibiendo cachitos de improvisado amor sin preaviso.


Quiero ser egoísta y sentir que eres mío por siempre, que estarás a mi alrededor revoloteando, cada día. Y quiero verte crecer y convertirte en ese muchacho al que robe miradas indiscretas con ojos llenos de orgullo. 

Quiero esta vida de muchos trastos por medio en cada rincón de la casa. Quiero tus calcetines sucios bajo el sofá, un cuarto desordenado siempre, el palo del helado disfrutado manchando la encimera, las manos llenando paredes recién pintadas. Quiero ese "¡papá, el Leo no me deja!" resonando entre nuestras paredes, acudir a vuestro cuarto a poner orden a la hora de dormir. Quiero todo el trabajo que me das.

No quiero que el tiempo nos abandone, que casi inadvertidamente nos roce mientras nuestras manos se alejan. No quiero que llegue la última vez de nada contigo. 

Quiero seguir echando de más lo que sé que un día, es ley, echaré de menos. Y mucho. 

Te quiero como tú me quieres, tunante, aunque mi abrazo no hable tan bonito como el tuyo. 

Y no olvides nunca que seré tu padre para siempre. 


¡Felicidades, tunante!

Viernes 1 de agosto de 2025



No hay comentarios: