17 de marzo de 2020

Trece diecisietes

Un día soñé en ser lo que hoy soy: un tipo que transita acompañado en estos vaivenes de la vida. De la risa a la hostia y vuelta a empezar. Y en ese soñar, esposa mía, me imaginé asido a tu mano, amasando momentos, recuerdos que poder convertir en inolvidables historias para que nuestros pequeños volaran de la vigía al sueño plácidamente, como en estos días de penumbra hacen. Historias que sustentarán vidas futuras. 

Ese sueño sigue hoy aquí, ¿sabes?, sobre nuestras cabezas, en ese cielo que siempre acompañó nuestros momentos. Sueños que fueron y sueños que no pudieron ser, que también los hubo. Aquellos días que no florecieron pero que abonaron este amor que hoy te siento y te resiento, que se gasta y crece, que se muestra inagotable. 

Quince días encerrados a tu vera son un regalo de aniversario especial. Quince días de incertidumbres, dudas y por qué no, algo incluso de miedo, en los que soy capaz, gracias a ti, de disfrutar. 

Menos mal que ahí estás tú para cobijarme en tu pecho. 

Hace trece diecisietes, cuatro mil setecientos cuarenta y nueve., que sonrío si siento... hace trece diecisietes de un sí quiero"... Menos mal que ahí está tu sonrisa, el motivo más bonito para seguir teniendo sueños por soñar... 

Te quiero tanto...

Felicidades esposa mía. 13 años. Nos debemos un viajito. 

Menos mal que está tu puerto
TU puerto para descansar
Menos mal que tú me salvas
si me toca naufragar.
(Menos mal, Manuel Carrasco)
Martes 17 de marzo de 2020