10 de septiembre de 2013

Aun hoy.

Aún hoy gobiernas mis pensamientos. Las lágrimas ya fueron lloradas y aliviadas por abrazos de amor y de consuelo. Los gritos, resonaron entre paredes descoloridas para volver a llenar los pechos.

Ya todo es diferente. El recuerdo no nace distraído en la sonrisa de cualquier crío, en los ojos de un padre que empuja en un columpio, en un atardecer de pensamientos mundanos. El recuerdo vive permanente en mí.

Hoy es 10 de septiembre y mi corazón recoge los latidos del tuyo para vivir nuestra vida. Todo es más fácil desde que aprendí a querer tu recuerdo, desde que aprendí a recordar nuestra vida contigo y olvidé nuestra vida sin ti.

Te debo ser mejor que antes. Te debo una vida entera. Puedes empezar a cobrártela cuando desees. Mis ojos hace tiempo que están preparados.

La muerte me arrebató tu caricia y mi consuelo. La vida me regaló tu recuerdo. 

Aún hoy, hijo mío. Aún hoy.
Martes 10 de septiembre de 2013