21 de noviembre de 2009

Fue ayer

Ayer le conocí.

Fue un ratito. Solo un ratito. Una simple imagen en blanco y negro. Tumbado o tumbada bocarriba (creo que va para funcionario). Tres centímetros y medio de la cabeza al culo. Todo bien. Diez semanas y media. Volveremos el 3 de diciembre, porque la eco debe ser como muy pronto a la semana doce. Pero yo, nosotros, ayer, le conocimos. 

Ayer empecé a contar hacia atrás. Del 16 de junio al 20 de noviembre. 

¿Cómo alcanzar al tiempo cuando el tiempo te lleva meses de ventaja?

Ayer le conocí. Fue quizás el primer día del resto de mi vida. Fue quizás el primer día del resto de nuestra vida. 

Porque yo ayer le conocí..

A mis amigas, gente necesaria.
Gracias por llenar mi alegría.
Ya sabéis que os quiero.
Sábado 21 de noviembre de 2009

13 de noviembre de 2009

Vivir

Sueños de lunas impares revoloteando en nuestros corazones al compás de Estrella Morente, de Chano Lobato, de Salmarina y de otros tantos que dejaron su alma donde algunos tan solo lograron, supieron quizás, morir su cuerpo sin latido.

Corazones silenciosos para oídos tristes, para cinturas de rojas alfombras, de pies metálicos, de aromas artificiales. Corazones silenciosos para manos entre barrotes de aire, para ojos tras paredes de cristal, para espaldas que esperan puñales hirientes, para vidas sucedáneas.

Yo ya oigo el redoble de tu corazón. Yo ya te siento. Ya no seremos dos corazones sonando al unísono. Seremos, somos seguro, tres corazones redoblando a compás, convirtiendo cualquier melodía en obra maestra.

Ya no volverá a importar el quién, ni el cómo, ni el cuándo. Ni siquiera importará el dónde, si el QUÉ eres TÚ.


A mi señora. A su vientre.
Viernes 13 de noviembre de 2009

2 de noviembre de 2009

De nuevo.

De nuevo volvió a despertarse entre sábanas arrugadas. De nuevo volvió a abrir los ojos aun cuando sabía que la oscuridad volvería a ser invencible. De nuevo había soñado con aquellos ojos, ahora ocupas de otra cara, de otro cuerpo también. De nuevo volvió a soñarlos en aquel bar, con la misma música de fondo y los mismos personajes secundarios. De nuevo se soñó intentándolo por enésima vez, acercándose en busca de aquella ventana con vistas a la felicidad, provocando por fin un choque de miradas intencionadas. De nuevo se soñó encontrando indiferencia, sonrisa sin complicidad, hielo sobre alfombras. 

De nuevo sus lágrimas por aquellos ojos. De nuevo aquellos ojos sin lágrimas.

De nuevo sueños con promesa de retorno, aunque esta vez no, ya no, el eco inmortalizó su condena.

"Mírame un poquito más, 
quiero bañarme en tus mares,
y perderme en tu sentío..."
Hermanos Reyes.
Lunes, 02 de noviembre de 2009