25 de junio de 2018

Qué día más grande el de aquel año

Hoy me quedo con aquel recuerdo de paritorio, con la felicidad inmensa al atravesar el pasillo que separaba la emoción por compartir de la explosión de sentimientos y besos compartidos, que nos separaba de esa bella estampa de una gran familia feliz y unida, celebrando lo más grandioso que puede celebrarse. No os mintáis. No hay nada más hermoso en este mundo.

Me quedo, también, con aquella erupción de alegría tras los nervios, con la primera vez que lo vi, con ese primer beso que le di en su cabecita a modo de presentación: "enano, soy yo, papá, y para siempre".

Por eso, porque el 25 de junio de 2010 conocí y viví la felicidad plena en mí, en nosotros, no permitiré que cualquier otro 25 de junio sea un día triste. Ya habrá otros: eso es ineludible. Pero no hoy. Hoy será un día de recuerdo feliz. De respirar aquellos olores, por enésima vez, de permitirme sonrisas y de luchar porque  aquellas benditas imágenes sigan morando en mi corazón y broten a mi pecho impermisivamente.

Porque hoy mi Samuel cumpliría 8 añitos.

Porque hoy es un día perfecto para que sea ayer.


Hoy es, además, un día precioso
para decirte cuánto te quiero
esposa mía.
Lunes 25 de junio de 2018

4 de junio de 2018

Junio y el arcoiris.

A veces no es que empiece a llover. A veces, simplemente, llegas a un lugar en el que ya estaba lloviendo.

Aquel día, hace un par de semanas, volvíamos a casa en coche de cualquier destino sin importancia. Jugábamos a los animales, o quizás a las adivinanzas, o cantábamos canciones infantiles con el único propósito egoísta de mantener despiertos a los tres pequeños, de hacerlos respetar nuestro horario adulto.

Pues en esas andábamos cuando llegamos cerca del pueblo y las primeras gotas empezaron a estrellarse contra el cristal. 
- ¡Vaya, qué raro, con el sol que hace y está empezando a llover! - les dije intentando provocar sus respuestas.
- No papá, no está empezando a llover, hemos llegado nosotros a un sitio en el que está lloviendo - me dijo mi Pepito Grillo particular rumiando alguna conversación anterior sobre este tema. Ella y su memoria. Yo y la mía.


Sobre el horizonte, a la derecha, dos majestuosos arcoiris, concéntricos. Uno pequeño, uno grande. Ambos delimitados, contorneados.

Y Junio en puertas. Y en él, el no cumpleaños de mi Samuel. Y en él, el segundo aniversario de la noticia de saber de Leo.

Un arcoiris necesita de la lluvia y el sol como yo necesito de la sonrisa y la lágrima para vivir.

Viernes 8 de junio de 2018