31 de agosto de 2014

Sueños

Relato corto enviado a Ediciones en Huida para colaborar en la campaña que junto con UNICEF lleva a cabo en pos de la Infancia. Tú también colaborar de varias formas.

Escribe sobre la solidaridad o cualquier otro valor positivo. Relatos, poesía, reflexiones, ensayos, etc... y deja tu granito de arena.

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SUEÑOS

Se paró a atarse los zapatos llenos de remiendos. Eran cómodos. "Heredar zapatos tiene su parte buena. Te ahorras rozaduras de niño rico" pensó sonriente. Volvió a meterse la mano en el bolsillo, quitó la gomilla para desatar su pañuelo y volvió a recontar el dinero, moneda a moneda, por enésima vez aquella mañana: diez monedas de un duro, cincuenta pesetas.

Había pasado mucho miedo y muchas horas haciendo recados a la vieja del bajo A, del bloque encantado de la esquina. Nadie se acercaba a esa ventana, nadie osaba hablar con la vieja huraña y despiadada, de mirada fría y acusadora. Todo el mundo sabía en el barrio que se había comido a sus hijos. Cada recado, una peseta. Cincuenta recados para tener suficiente dinero.

Aquel escaparate lo sacó de sus pensamientos. Allí seguía su camión de bomberos. El camión de bomberos de sus sueños. Con manguera enrollable y una escalera que crecía y crecía. Puso sus pies en el escalón de entrada y se paró un instante desviando su mirada hacia el lado de la puerta. Allí seguía también aquel niño de mirada triste y ojos esperanzados, de famélica expresión, sentado, con su gorra del revés apoyada en el suelo y su cartón:

"alludame tengo ambre grasias"

Volvió a mirar su dinero.

Muchos poquitos juntos...
Domingo 31 de agosto de 2014

17 de agosto de 2014

Una derrota segura.

Hoy sí - me digo. Hoy tengo que ser capaz de encontrar esas palabras de agradecimiento que tanto mereces. 

Me siento valiente y seguro en la mesa de la esquina del bar de siempre, con mi café humeante en la mano, con mi libreta que siempre me acompaña, con mi pluma, y reviso la intensidad de los momentos, ya prostituidos por mi memoria y mis ojos.

Todo iba y venía - recuerdo. Un sinfín de imágenes, aromas, sonidos, emociones... La piel se me eriza y mis lágrimas resbalan sorteando los pliegues de una cara sonriente y descontrolada. 

Todo era feliz - sintetizo. Todo es recuerdo feliz gracias a ti

Hay personas que poseen momentos y los regalan. Hay personas que te dan más de lo que les pides, a cambio de una sonrisa en un alma ajena, a cambio de verte feliz.

Hoy tomo café tranquilo resintiendo momentos que nos regalaste con la naturalidad de quien posee el don de la bonanza. Y busco en mí palabras aun desposeídas capaces de alcanzar las puertas de un corazón que no debiera envejecer nunca, de unos ojos capaces de vencer nervios visitantes con una hermosa mirada. Y todo, como quien no hace nada. 

No encuentro mejores manos que reciban a mis hijos - me sincero. 

Y entoces me resigno. Otra derrota más - asimilo. Cierro mi libreta. Guardo mi pluma por enésima vez. Pago mi café y me marcho.

Seguiré buscando palabras - me prometo; aun sabiendo que me enfrento a una derrota segura.

Amiga Katia, mil besos permanentes. 
Domingo 17 de agosto de 2014

14 de agosto de 2014

¡Feliz cumpleaños, rubia!

Tres años buscando palabras que definan la belleza de tu sonrisa.

Felicidades rubia mía.

¡Te quiero tres millones!



Jueves 14 de agosto de 2014

9 de agosto de 2014

A ti, mamá.

Escribo este post con mis ojos derramando lágrimas que no deseo contener. Mi alma deja salir recuerdos que atormentan y endulzan este presente que necesito vivir.

Cuando tuve que enterrar a mi hijo, y despedirme de su olor para siempre, a mi dolor como padre se sumó mi dolor como hijo. Ver a mi madre desconsolada por su también doble sufrimiento como madre y abuela clavó un profundo puñal en mí, provocando un ahogado quejío que ni siquiera el eco se atrevió a contestar. Las emociones superaron al raciocinio y la culpabilidad, quizás la responsabilidad, afloró impermisivamente, situándose en un primer plano que no le pertenecía.

Y lloré mucho. Por padre. Y por hijo.

Por eso mismo, el pasado 1 de agosto, cuando salí de paritorio junto a mi mujer y a mi tercer hijo, con tantas buenas noticias reposando en nuestra camilla, busqué intuitivamente los ojos de mi madre, de la abuela de Martín, para verle esa tranquilidad y ese brillo feliz en sus ojos que nunca debieron desaparecer, pero que un día, inmerecidamente, lo hicieron. Y así, cuando salí de paritorio, esperaba, necesitaba, el abrazo de mi madre, para entregarle tanto, para recoger tanto.

Gracias a tu capacidad para amarnos a mí, a mi mujer y a mis hijos, a tu ejemplo valiente, a tu entereza, hoy soy doblemente feliz. Disfruta de otro nieto más como mereces, sigue queriéndonos como tú sabes hacerlo y no dejes nunca de agarrarme la mano.

Te quiero mucho, no lo dudes nunca, aunque a veces no sepa demostrártelo como mereces. 


Sábado 1 de agosto de 2014 

3 de agosto de 2014

Martín Luna Molina. Día 1

Aparece la vida hecha jirones de nubes por modelar. Llega con el ímpetu de quien no conoce el miedo, aún habiendo mostrado más valentía que otros corazones por estrenar. Y se presenta gloriosa, vivaz, indestructible.

Martín Luna Molina. Ya tienes, vida, otros ojos en los que reposar. 



"Si me das lo que perdí
Te daré lo que me de pidas,
Soy la llave de tu puerta
Y tengo 7 vidas"
7 vidas. Raimundo Amador
Domingo 3 de agosto de 2014