17 de marzo de 2024

17 primaveras.

Feliz aniversario, esposa mía.

Diecisiete años después de aquel marzo de 2007 ahí seguimos construyendo nuestro camino, de la mano, a nuestra bonita y especial manera, avanzando entre estos vaivenes que la vida nos propone. Juntos y asidos.

Diecisiete años hace ya de aquellos sí quieros. Y diecisiete años de nuestro beso. 

¿Sabes? Siempre pienso en aquel beso, de su espontaneidad y arraigo, de su ingenuidad, de lo incontrolable del amor. Y ahí me quedo anclado. Es como ese punto al que volver cuando necesitas pureza, quitar artificios, capas de maquillaje, de falsedad a esta vida tan vivida pendiente del qué pensarán los demás. Un lugar y momento en el que creer, en el que depositar toda la fe, en el que recargar. Bien sé, sabemos, que no es el único que tenemos, que en esta construcción diaria del amor hemos sabido, a base de mucha casta, poner más hitos a los que regresar cuando el presente lo reclame, pero éste, para mí, es muy especial. Porque somos tú y yo. Y nadie más. Y porque habla de pasado, explica el presente y avanza el futuro. 

¡Y qué bonito todo a tu vera!

A por otros cuantos más.


Sábado 17 de marzo de 2007.
Domingo 17 de marzo de 2024.

Me gusta quererte...

Domingo 17 de marzo de 2024.