25 de junio de 2022

12 años. Allá donde el amor.

Allá donde el amor se vuelve ubicuo.

Existe el amor que fabrica un padre. No hay condiciones imperfectas, tampoco mesura. Solo amor delicado a borbotones, amor a destajo.

Allá donde el amor se origina.

Son doce años desde aquella cita a ciegas y el amor ya no se detiene, sigue siendo imparable. Ni siquiera el tiempo que empuja es capaz de restar. Ni siquiera el peso de lo robado, de lo no sentido, modera el torrente renacido en cada suspiro habitado de recuerdo. Aquella primera vez de todo.

Allá donde el amor subyuga.

Y aquella primera vez de casi nada. Aquellas primeras veces de casi nada, tal vez. Aquel lugar que no visitamos, aquella brisa que no pudiste sentir, aquel balancín vacío, aquel coche aún en el escaparate, aquel balón sin chutar, aquellos momentos no celebrados... Hoy, están aquí. Llegaron sin ti, aunque por ti. Y llegaron, de algún modo (¿de todos?), contigo. En cada uno de aquellos días, ibas. Flotabas ahí, entre nosotros. Entre sobras y sobras, estando. En cada uno de mis días. 

Allá donde el amor entretiene.

Hubo un tiempo para cada cosa.

Allá donde el amor todo lo condimenta.

Siempre habrá un tiempo para una sola: amarte a destajo.

Allá donde el amor...

La Luna se hizo pasar por columpio. Y la vida, fue, por momentos, un niño sonriente, feliz, amado.


Felicidades, hijo mío.

"Entre sobras y sobras"

(Antonio Orozco)

Sábado 25 de junio de 2022