10 de septiembre de 2015

Hoy hace 5 años de tu muerte...

La mente no para. Mi mente no para. El corazón, tampoco. Mi corazón tampoco. Los recuerdos siempre vuelven, con cualquier excusa, sin motivo aparente. Y traen de la mano emociones y sentimientos verdaderos. Todo vale para resentir, para que poco a poco empiecen a fluir sonrisas o lágrimas saladas, que no dulces. 

Y la confusión reina por momentos donde otrora moraba el orden (con pinzas cogido, pero orden al fin y al cabo). Y vives en un futuro incierto con presencias deseadas y ausencias indebidas. Hay tesituras que no debieran siquiera bucear por la mente. Hay opciones que no vienen dadas para responder a preguntas malnacidas.

Hoy, enano, hace cinco años de tu muerte. Y yo aun camino entre nubes formadas por las mismas gotas de agua de siempre. Te busco tranquilo enredado en mi ser, y en mi entrañas también, claro. Te busco porque necesito volver entre los árboles que tus ojos conmigo vieron. Allí donde el sonido de tu llanto pululará por siempre entre nuestros pechos.

Hace cinco años de tu muerte y mi mente aún no ha parado. Mi corazón... mi corazón tampoco. 


Y que vengan muchos más.
Jueves 10 de septiembre de 2015

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