21 de mayo de 2014

Adiós fútbol. Y gracias.

Así me voy. Con mi mano en el pecho. Con mi sonrisa en la cara. Con mis ojos inundados de recuerdos, con mis entrañas gritando ¡gracias!... y con mi corazón lleno de penita, llenito de pena.

Agradecido a los tres equipos de mi vida: 12 temporadas en la AD Los Mares, 13 temporadas capitaneando el CD Pino Montano y mis 3 últimos años en el Atlético Algabeño. En los tres he dejado mi alma. De los tres me llevo el incondicional amor, el respeto por lo humilde, por el trabajo, por la constancia, por el afán de superación.

Hacerse hombre con una pelota entre los pies, llorar una amarga derrota en el hombro de un compañero, saborear un ascenso entre amigos, encontrar un abrazo sin buscarlo, un elogio, una enseñanza en cualquier esquina desposeída, desesperanzada. Barro en los ojos; pelotazos en la espalda con ese mítico Mikasa en una fría y desangelada mañana en Bellavista; doce locos defendiendo un sentimiento, unos colores, un escudo un Domingo de Ramos a las 5 de la tarde en Herrera; miedo en desagradables encerronas premeditadas por insensatos; roturas de ligamentos; de fibras; de dientes. No cambio nada. Todo me ha hecho como soy. 

Entrenadores que me han educado, que han sumado en mi vida, cada uno a su forma. Que me enseñaron a sentir, a comprometerme, a ser hombre y llorar sin taparme la cara. Antonio Lozano, Rinat Dassaev, Juan Manuel Salazar, José Antonio Reyes, Diego Tristán... gracias por cada segundo de confianza, por cada charla personal, por cada pregunta, por cada ratito dedicado. 

Me llevo compañeros, alguno de ellos rivales, con los que compartir recuerdos. Guardo amigos de verdad: esa gente que no es necesario ver todos los días para saber que tienen un hueco en mi vida, que tengo un hueco en la suya.... Y gano un compadre. ¡Qué más se puede pedir!

Hay que saber decir hasta aquí cuando el sabor de boca sigue siendo agradable, para que quede un bonito y bello recuerdo de todo. Salir en un momento dulce, cuando quizás aún queden cosas por aportar, cuando aún hay puertas abiertas... tan aconsejable como difícil, tan gratificante en el futuro como ingrato en el presente.

Elegir el final sin que el final te elija a ti. De eso se trata. 

¡Gracias fútbol!

Y ahí estáis vosotros
Tú, esposa mía.
bañándolo todo con tu amor y respeto.
Llevándome de la mano.

Y mis padres,
sacrificando tanto por mí.
¡Os quiero mucho!
Y mis hermanos, 

en especial tú, AJ, 
por demostrarme tanto amor.

¡Os quiero tanto!
Miércoles 21 de mayo de 2014

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te acordaras de mi, hice una pretemporada contigo en pino montano y como capitan eras muy grande. Suerte en tus futuros retos, espero verte en lls banquillos