12 de diciembre de 2011

Evidencia

Era evidente. La vida se te escapaba. Tu cara era una fotografía de la muerte. Tu cuerpo apenas podías guardar vida. Realidad...

Nuestra sonrisa, por momentos, también se esfumó aquella noche. Ni siquiera pudimos evitar llorar en tu presencia. Morías poco a poco, junto con nuestra esperanza, junto con nuestras ilusiones, junto con nuestra felicidad. Tristeza...

La muerte tiene cara. Y cuando la ves entiendes que por más que desees, por más que empujes, por más que aprietes tu alma, no hay nada que hacer. La muerte siempre gana la partida. Impotencia...

"Id a casa, descansad, pero no apaguéis el móvil...".

Frase que dio comienzo a la noche más larga de nuestra vida; incluso más que aquella primera noche en soledad en la que la ausencia fue vencida por el cansancio. Pesadilla...

Recuerdos mojados...
Lunes 12 de diciembre de 2011

1 comentario:

Amor primario dijo...

tristeza inconmensurable la suya mi querido....la he sentido..