14 de agosto de 2021

Paola 10

Esta niña parece que sabía que en esta casa necesitábamos sonrisas, decía tu madre cuando sonreías y por arte de magia todo huía cobardemente por la ventana. Eras tú, rubia mía, hace hoy diez años, pomada que sanaba el alma. Era tu sonrisa, tu mirada, tu viveza, tu pillería, tu inocencia... nuestro salvavidas. 

Por eso, a veces me pillas mirándote sin más intención en mí que protegerme, y vergonzosa, desvías tu mirada. Tú no lo sabes, pero sobre tus espaldas cargaste la responsabilidad de hacernos feliz durante mucho tiempo. Solo necesitábamos posarnos en ti y verte sonreír, verte jugar, verte dormir, verte estar. Y, abrazados tu madre y yo, en quietud, suspirábamos entrecortados. Que no te roce ni el aire.

Feliz cumpleaños, rubia. Te debo toda mi vida. 



Y permíteme la licencia de pedirte que me dejes mirarte cada día, que yo sigo necesitando ir a todos esos lugares a los que tu presencia me lleva. Aunque mi deuda crezca.


Sábado 14 de agosto de 2021

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