11 de marzo de 2012

Tres palabras y una sonrisa

Eran los mismos paisajes, los mismos decorados. Las mismas fotografías en movimiento. Predecibles vaivenes en las copas de los árboles. Sincronizadas las nubes. Pintado el tímido sol dispuesto a la retirada. Un día más.

Solo quedaban mis pensamientos escurridizos como prueba de mi existencia.

Un niño me rodeaba. Utilizaba mi cuerpo como juguete. Yo andaba y él me daba vueltas. Pura diversión sin hipotecas.

Su madre, hizo de madre, y le llamó la atención. Tres palabras:
- ¡Samuel, déjalo tranquilo!

Sonreí.

Matices
Domingo, 11 de marzo de 2012

 

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