20 de noviembre de 2010

Letras que mojan el cristal

Son las 7:28h de la mañana. Me quedan dos minutos para morir. En mis sueños vivo. 

Las 7:30h. Suena en mi móvil la BSO de "La Vida es Bella" que me despierta dulce, suave, como una madre a su hijo, como un padre a su hija. 

Pongo mis pies en el suelo. El contraste de temperaturas me despierta, me mata definitivamente. Me visto con esa ropa que huele a rutina y bajo a desayunar. Aún cerrados mis ojos, aún soñando vida, aún creyendo que no es verdad. Mientras desayuno, el noticiario de Canal Sur Radio me dice que hará sol en Sevilla. No me lo creo. Hoy es un día lluvioso, son muchos ya los días en los que el Sol no se atreve a salir. Subo de nuevo, ahora directo al cuarto de baño para el aseo matutino. Allí me espera el espejo, tan sincero como siempre. Me miro y me pregunto:

"¿Cuándo deja de sangrar una herida abierta?"

Es entonces cuando vuelvo a la cama, para darte tu beso, para recoger mi beso. Te miro y siento, te miro y tiemblo, te miro y pienso: 

"No sé cuándo lo haremos, esposa, pero por mis santos cojones que te sacaré de esto y que volveré a ver ese brillo en tus ojos".

Mi cuerpo se marcha a trabajar. 


Dame la mano.
Te quiero tanto.
Sábado 20 de noviembre de 2010

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