18 de julio de 2009

El perfume de tu pelo mantenía mi ansiedad...

La situación era la idónea:

Él sentado pensativo, esperando para ejecutar sus planes, ensayando entre imágenes de amaneceres bajo sábanas y con aquel perfume aderezando cada final feliz.
Ella sentada, pareciendo dejar hacer, sonriendo inocente sabedora de su dominio, como solo sonríen las mujeres bonitas, doctoras en provocar caricias fortuitas y expertas en convertir instantes.
El resto acompañando, ¿por qué seguían allí si hacía tiempo que vivían en el mañana?
Y la Luna, otra vez la Luna, siendo testigo de aquel sueño a punto de empezar a ser soñado.

A Lidia, mi Lidia.
"Yo soñé que me querías,
no me quise despertar.
Hermanos Reyes.
.
Sábado, 18 de julio de 2009

No hay comentarios: