15 de noviembre de 2006

Doctor, doctor que mi niño no está motivado...

Los maestros, profesores, padres y demás personas que tratamos a menudo con adolescentes nos quejamos, o lo hemos hecho alguna vez , de su falta de motivación para los estudios. Haz la prueba. Ve a un Instituto de Secundaria y pregunta al claustro cuál es la causa principal de que sus alumnos no atiendan, no estudien, no aprueben. Yo te la digo: con todos ustedes... la motivación: "tachán"... un aplauso por favor.

El viernes pasado salí por la noche a tomar una copa y creedme cuando os aseguro que vi a adolescentes muy pero que muy motivados por la causa. La motivación no es algo intrínseco al individuo. No hay pastillas para motivarse. No es algo con lo que se nace y permanece en nuestro interior. La motivación, como otras muchas cosas, hay que trabajarla mucho para que se mantenga. No vale decir que el niño no aprende porque no está motivado. ¿Por qué no decimos que no somos capaces como docentes de motivar a los niños para que disfruten y aprendan en la escuela?. Los adolescentes sí están motivados aunque la escuela no esté dentro de sus motivaciones y quien no se lo crea que se pase un viernes por la noche por las zonas de botellonas típicas de su localidad.

Pues te vas a tomar 2 cucharadas de motivación cada 8 horas.
¡Venga hombre, por favor!
15 de noviembre de 2006

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