Rubia mía, tras todo, si tu madre y yo hubiésemos pintado una hija, no hubiese salido tan bonita como tú.
La Naturaleza dice que te dimos la vida... ¿¡qué sabrá ella de escribir la palabra ilusión en el horizonte; de asesinar un cachito de tristeza en cada puesta de sol; de robar, de esconder, de regatear, de jugar a vivir!?
¿Cuánta exactitud cabe en tu corazón?
¿Cuánto amor seré yo capaz de expresar con palabras?
No crezcas tan rápido chochete mío, que yo necesito tu inocencia.
Felicidades Paolichi. Te quiero.
Viernes 14 de agosto de 2015
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