Cada fecha es una oportunidad. Una pausa. Una "sentá" en el camino.
Hoy, mi pequeño Martín cumple un año. El tío más sonriente que conozco. Un año lleva, por tanto, recordándonos que nuestros pasos no debieran nunca dejar el camino por tomar una verea.
Tengo pocas palabras. Ninguna a la altura de lo que nos da tu sonrisa, tu carcajada limpia.
Solo espero, churra mía, estar a tu altura; y enseñarte a ser un tipo honrado... y así la vida te devuelva con sentimientos cada sentimiento que tu regales.
Soy mejor persona gracias a ti y eso que tú me das es mucho más de lo que yo podré ofrecerte.
Felicidades tunante. Te quiero.
Sábado 1 de agosto de 2105
No hay comentarios:
Publicar un comentario