Sé feliz hijo mío. Sé feliz y honrado, como ahora eres, por encima de todo. No olvides que la honradez es siempre la respuesta a todo, es siempre el medio y el fin.
Sé feliz hijo mío. Sé feliz e inocente, ingenuo, como ahora eres. La inocencia es la virtud de quien tiene un corazón pulcro y bondadoso.
Sé feliz hijo mío. Sé feliz y valiente, como has demostrado serlo en las pruebas que te puso la vida. Ten presente que la valentía es más que la ausencia del miedo, que ser valiente tiene que ver con llorar a vista de todos, sin manos que oculten tu rostro, sin vergüenza.
Sé feliz hijo mío. Sé muy feliz y haznos feliz a los que de ti disfrutamos, como ahora nos haces, mostrando siempre tu sonrisa despreocupada y sincera, esa capaz de contagiar a almas indispuestas, capaz de conquistar el corazón más rebelde.
Feliz cumpleaños Tunante, te quiero... te quiero como se quiere a un aparcamiento libre en el centro.
¡¡2 años ya!!
Lunes 1 de agosto de 2016
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