Algunas veces, las cosas son como son, vienen como vienen, y no hay más que hacer. Las respuestas son huérfanas y la culpa no tiene dueño.
Y es que desear algo con todas tus fuerzas puede, a veces, no ser suficiente. Pedir no está en el mismo diccionario que dar y desear es, tan solo, un deseo deseable. Tanto y tan poco.
Porque el hecho de que tu gente empuje no temrina moviendo. Porque las palabras amables, no llegan nunca a curar. Porque los ánimos nunca han borrado, ni siquiera son capaces de esconder, los problemas.
Todo, a veces, no es suficiente.
Pero todo, esta vez, sí fue válido. Tan válido que, sin tanto amor, jamás hubiéramos podido encontrar esas nuevas ilusiones, que aún tímidas, empiezan a dominar nuestras vidas. Ni hubiéramos podido encontrar compañía, o motivos para reír, sonreír tal vez, cuando la tristeza nos demostraba que algunas veces Cenicienta y sus hermanastras pueden calzar el mismo número de zapato.
Algún día encontraremos la forma de devolver tanto. Mientras, sirvan estas sentidas palabras como entrantes.
GRACIAS a todos los
que tuvisteis un abrazo
"apretaíto" para nosotros.
Lunes 15 de noviembre de 2010
1 comentario:
Que va, que va, yo estoy en deuda permanente con ustedes. Todavía os debo mucho.
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