Hoy cumple 5 años mi tercer hijo, mi mediano. Recuerdo aquel 1 de agosto. Recuerdo aquella exhibición de poderío de mi mujer, aquella exhibición de fuerza de mi hijo como si fuera ayer.
Felicidades hijo mío. Tu inocencia es un regalo en este mundo perverso, atroz, lleno de malas intenciones. Que no te falte nunca. Que no me falte nunca, que yo la necesito para evadirme, para sentirme mas vivo, para seguir.
Creo que no encontraré una mayor muestra de amor incondicional que la tuya. Quizás igual, sí; pero mayor, seguro, no.
Jueves 1 de agosto de 2019
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