Vuela octubre sigiloso, sin apenas notarse su avance, sin ruidos que lo conviertan en protagonista. Vuela octubre sin dejar estela; repta octubre sin dejar rastro.
Siete octubres volaron ya. Ocho años han pasado de la primera vez que fuimos conscientes de que seríamos tres para siempre, que tu vientre estaba lleno de vida, que un nosotros crecía en ti.
Y vuela arrastrando tantas cosas innecesarias que lo verdadero permanece con el aplomo propio de lo importante. Y así vuela octubre, como voló tu cuerpo al lugar donde el tacto no existe. Y así cohabita aquel 17 con nosotros, como habitará siempre tu huella indeleble en mi memoria: inquebrantable, bella, pulcra...
"Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y la memoria..."
("Esta boca es mía", 1994. Joaquín Sabina)
Martes 17 de octubre de 2017
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