7 de julio de 2014

Julio

Julio es mar oscura que huele a vida. Es castillo de arena desbordado por vientos errantes que no precisan permiso para imponerse. Es noche de paseo marítimo inundado por olas de vaivén amenazante. Es julio olor a desayuno con pan de ayer, aderezado con gorjeos de ladronas gaviotas al acecho.

¿Quién te entiende Julio? ¿Cómo recordarlo con tristeza si julio siempre olerá a vida? ¿Cómo sentirlo con alegría si julio nunca volverá a predecir agosto? ¿¡Quién!? ¿¡Quién logrará entenderte!?

Retienes manos y caricias escondidas en lugares remotos; retienes primeros besos, abrazos, amor esmerado que por vigorosos ojos brota a caudales de naturaleza impía. Retienes miradas inmaculadas con permiso para posarse en cada triza cándida de olor a vida naciente.¿Cómo no quererte Julio?

Pero desprendes mucho. Desprendes desasosiego y cobardía en lágrimas manadas de forma prematura. Desprendes latigazos de pavor calmados en mil abrazos protectores. Desprendes sollozos ahogados entre caretas que rezuman apariencia. ¿Como no temerte, entonces, Julio?

Es julio amor y recelo. Es julio soledad y compañía. Una isla rodeada de embaucadoras imágenes sostenidas por la fuerza de un sonrisa que ilumina una ciudad entera para siempre.

Es julio un continuo ir y venir de emociones. Agitación. Turbación. Vida. 



Julio: Donde mis recuerdos se posan
Lunes 07 de julio de 2014 


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