Observo. Recuerdo. Sonrío. Suspiro.
Mis ojos miran sin comparar, atrapando simples y hermosos destellos de esencia pura, de autenticidad de lo que es, de lo que está siendo. Si hay algo genuino, es esto.
La vida me muestra el camino que sigo. Y mi pecho se llena de fuerza inconmensurable. Y mi garganta se cierra ahogando gritos de amor, connotando, denotando diría yo, que lo conseguido es por ti, para ti.
Vuelvo a mirar presuroso. Tengo mi vida delante de mí: tengo mi aliento, cada latido de mi corazón, cada jugo de mis entrañas, cada mirada posada en tu recuerdo. Vivo por esto y por esto muero.
Mientras la vida me regale estas sencillas imágenes, seguirás ocupándome.
Supe imaginar mi presente.
Y es que a veces,
me descubro caminando
de la mano de la vida.
Lunes 22 de julio de 2013.
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