Mis vellos de punta y mi sonrisa de ojos humedecidos me transportaban al primer abrazo con mi hermano. Te recuerdo y aparece una sonrisa que cautiva mis pensamientos, que todo lo ocupa.
Vienes en el momento preciso. Llegas al lugar preciso. Dos familias convertidas en una.
Te veo y te siento afortunada.
No sabes cuánto amor somos capaces de darte, entre Lunas y Fernández.
Horas de vida |
Bienvenida, chiquinina!!
Miércoles 28 de marzo de 2012
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