Hoy siento la necesidad de escribir. De dar salida a las emociones que me aprietan. Son letras, éstas, nacidas de las sensaciones. Letras que expresan tristeza y alegría, agradecimiento y dolor, amor. Letras que organizan y dan salida. Que sirven. Que valen. Que ayudan. Letras que viven y sienten.
Hoy escribo porque necesito escribir. Y busco en estas letras pomada para un alma en reconstrucción. Y lo encuentro. Por eso escribo hoy, ahora, estas letras.
Y porque siento la necesidad de agradecer, para sentirme bien nacido. Y de expresar cariño y admiración por quienes me sostienen. Y así gritar a plena voz que intento tener la valentía de mi madre, a la que jamás he visto perder la cara a esta vida, tan cruel por momentos, o arrugarse ante un problema. Y publicar que me encantaría ser la mitad de templado que mi padre y tener su saber estar, sus palabras siempre acertadas y su criterio para decidir lo importante. Y, así, además, deciros desde este pequeño armario de mi sentir, que me encantaría saber demostrar el amor como lo hace mi hermano o tener la energía de mi hermana mayor o el corazón de la pequeña... (y cantar como ella también). Y encarar la vida con el coraje de Samuel y la despreocupación de Paola.
Esta noche me refugio en este blog, mi blog, para que mis emociones fluyan y no tropiecen unas con otras. Porque escribir me da vida.
Y es que hoy necesito escribir para mí y por mí. Porque si escribo pienso. Porque si escribo recuerdo. Porque escribir me mantiene los pies en el suelo mientras mis ojos alcanzan las estrellas.
O quizás, siento la necesidad de escribir porque este día que se escapa entre los dedos no es ni 24 ni 26. Hoy es 25 de marzo.
Viernes 25 de marzo de 2.011
2 comentarios:
No te conozco de nada.
Bueno… creo que a estas alturas no podría decir eso.
Conocía tu historia por encima, porque soy tía de un alumno tuyo.
Cuando mi cuñada me comentó que había muerto el hijo del maestro de Alejandro, me estremecí. Estaba a un mes escaso de parir, con la sensibilidad en el tema que eso conlleva.
Soy además compañera de profesión. Un día ojeando en el perfil de Ana López, llegué a tu perfil, y así a tu blog. (Perdona por la curiosidad).
Desde el primer momento no podía dejar de leer: lloré, lloré y lloré.
Ahora tengo un bebé de 5 meses y me pongo a pensar lo que habéis pasado y … uffff…. Qué horror.
En fin… no sé ni por qué te escribo esto, pero es que es tan fuerte lo que “te he leído” que no podía dejar que escribir(te). Simplemente para daros apoyo, a ti y a tu mujer, y que desde mi experiencia… os queda muchos momentos bonitos por vivir. Disfrutad de este embarazo igual como lo hicisteis (supongo) con el de Samuel, y tened confianza en la vida y eso… disfrutad… de sentimientos, de olores, de…. Vuestra Paola.
Enhorabuena. Y eso… vivid.
Te quiero, tío.
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