Hace cinco coma siete centímetros el presente solo sabía convertirse en pasado. Aquí y ahora, no eran más que la antesala del allí y antes.
Ahora, cinco coma siete centímetros después, el presente pasa de puntillas, sin hacer ruido, sabiendo de su papel secundario en pro de un futuro capaz de teñir hasta el más inmemorable de los pasados. Aquí y ahora no es más que el telonero de allí y después.
Y es que llega un día en que las horas y los minutos sirven tan solo para contarlas hacia atrás.
Y es entonces cuando el tiempo deja de ser lo ya vivido y pasa a ser lo aún por vivir.
Sentimientos en segunda persona.
Domingo 06 de diciembre de 2010
1 comentario:
Querido bloguero:
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Gracias.
Un cordial saludo.
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