La gente me pregunta constantemente que por qué no bebo. Una pregunta posiblemente de la mano de la perplejidad y el bichorrarismo.
Yo le daría la vuelta a la pregunta. Y tú ¿por qué bebes?. Un día se la he hice a mi colega Alfonso y no supo contestarme. Fue en el Tamgo, y se limitó a mirarme y a decir: “es verdad.. ¿por qué bebo?”. Yo me beberé un legendariocola más pronto que tarde y lo haré por mis amigos. Lo haré porque todo salió bien. Es simplemente una prueba, un gesto, de lo importante que era para mí que todo saliera bien. Solo eso. Y lo haré gustosamente. Solo así podía llegar mi primer cubata.
Pero vuelvo a lo de las razones, al por qué no bebo. Aunque no os lo creáis, nunca me lo pregunté demasiado a fondo. Quizás hoy y ahora es cuándo más me estoy parando a pensar en ello.
¿Para ahogar mis problemas o penas? ¿para pasármelo bien? ¿porque me gusta? Mis problemas sabrían nadar, como los tuyos; es imposible pasarselo mejor que en la caseta del Emilio (viendo a Pedrote apagar una bombilla en forma de vela con los dedos o cantando por Aída... "ya era hora ahora me toca a mí..."); y no, no me gusta el sabor.
Solo una cosa: no bebas porque todo el mundo lo hace... y si es así: háztelo mirar...
Vivir es elegir.
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