Salió sabiendo que era el último día de su vida. Decidió entonces aprovechar sus últimas 24 horas haciendo algo que jamás había hecho antes. Fue a casa. Se duchó, se puso su traje de los domingos y se echó su colonia de las ocasiones especiales. Se acostó. Ya estaba preparado. Durmió sabiéndose ganador. Murió sabiendo que había vencido a la muerte.
¿Quién tiene la culpa?
"Te quiero más que a mi vida".
06 octubre 2006
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