La necesidad del conflicto (I)
Llego a casa harto de trabajar y mi niño me pide que juegue con él. No tengo ganas y empiezo a darle cientos de excusas distintas. Soy un niño pero no soy tonto, piensa para él. Decido complarle la PS2 para que me deje tranquilo descansar después del trabajo.
23 agosto 2006
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