Todos me lo preguntan:
- ¿y tú este año qué, al Pino Montano otra vez?.
Mi respuesta siempre es la misma:
-Pino Montano forever.
La gente no lo entiende y yo no sabría explicarlo. Hay cosas que no pueden ser explicadas con las palabras (al menos con las del diccionario que yo conozco) y el Pino Montano es una de ellas. Somos un club diferente, muy diferente, con más problemas que otra cosa y quizás ahí esté la clave, ¿quién sabe?.
He llorado, he reído, me he cabreado, me he reconciliado, me he equivocado, me han corregido; y sobretodo he sentido. He sentido unos colores, he sentido un vestuario, he sentido, y valga la redundancia, un sentimiento que solo el fútbol me ha reportado. Jugar en el Pino Montano es algo más que jugar al fútbol. Es algo más que ir a entrenar tres veces por semana para jugar los domingos. Es mucho más que ganar, perder o empatar. Jugar en el Pino Montano es formar parte de una familia, es crecer como persona rodeado de los mejores compañeros posibles.
Este año pasamos por problemas de índole social y económica pero haremos la mejor campaña de la historia del club, porque mi Pino Montano es así. Cuando la rampa más se empina, cuando las condiciones externas parecen insuperables, cuando más solos nos encontramos, sacamos fuerza de flaqueza y damos el Do de pecho. Así somos.
Tú no lo entenderías. Ni siquiera lo intentes. Para ello deberías compartir vestuario con nosotros. Deberías ver nuestras caras desencajadas en cada entrenamiento del frío diciembre o del lluvioso octubre, deberías ver cómo nos apoyamos cuando las cosas no salen del todo bien, deberías verlo para poder empezar a sentirlo.
Y si todo esto es tan solo por jugar en el Pino Montano, imagínate qué puede llegar a sentirse cuando encima capitaneas el barco, cuando encima te sientes importante.
A mi "familia"
Pinoloco forever
26 julio 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario